No hace falta interrumpir ni repetir reglas para cambiar un comportamiento. A veces, basta con un mensaje breve, sutil, que aparece en el momento clave. Un toque que guía, sin imponer. Que orienta, sin juzgar.
En ciberseguridad, esos toques tienen nombre: Nudges. Y su impacto puede sentirse en cada decisión que evita un clic impulsivo, una descarga peligrosa o un correo sospechoso que pasa desapercibido.
¿Qué resultados podemos esperar?
Aunque los nudges son breves y discretos, su efecto puede ser profundo y duradero. Apoyados en principios de la economía del comportamiento y la psicología cognitiva, funcionan porque actúan justo cuando estamos más vulnerables a un error, ayudándonos a pausar y reconsiderar.
Estos son algunos cambios concretos que podremos notar:
- Menos clics en enlaces sospechosos, dando tiempo a las personas para pensar antes de actuar.
- Más reportes de intentos sospechosos, ayudando a detectar problemas a tiempo y permitir una respuesta rápida.
- Hábitos seguros reforzados, gracias a mensajes breves que aparecen cuando realmente hacen falta.
- Conciencia del riesgo justo en el momento que aparece, manteniendo a las personas alertas para tomar mejores decisiones.
De la teoría a la práctica: nudges en simulaciones
Uno de los contextos más efectivos para aplicar estos toques es durante campañas de simulación de phishing. Al integrarlos justo antes de una acción riesgosa —como hacer clic en un enlace sospechoso—, permiten actuar en tiempo real y observar cómo cambian las decisiones.
Estas simulaciones, al ser entornos controlados y medibles, ofrecen una oportunidad concreta para evaluar el impacto de estas pequeñas influencias sobre el comportamiento cotidiano.
Ahora bien, para que un nudge no se quede en una buena intención, necesitamos entender su impacto. Porque lo que realmente importa es el cambio que puede inspirar.
Dos caminos para evaluar la efectividad de los nudges
Medir el impacto de los nudges no siempre es fácil, porque el comportamiento humano es complejo y está influenciado por muchos factores. Sin embargo, existen dos métodos para acercarse a una evaluación confiable:
1. Análisis histórico comparativo
Este método consiste en revisar cómo se comportaron las personas antes y después de empezar a usar los nudges. Por ejemplo, al comparar el porcentaje de clics en correos simulados o los reportes de intentos sospechosos antes y después de activar los nudges, podemos identificar mejoras concretas.
Para que esta comparación sea significativa, lo ideal es contar con un histórico amplio de resultados: por ejemplo, revisar los resultados mensuales de simulaciones durante un trimestre sin nudges, y contrastarlos con otro trimestre de simulaciones mensuales con nudges. Así, es posible detectar tendencias, entender qué tipo de mensajes funcionan mejor y validar que estas pequeñas influencias generan un cambio sostenido en la seguridad diaria.
2. Tests A/B
Aquí se divide a las personas en dos grupos: a uno se le envían simulaciones con nudges y al otro sin nudges. Luego, se comparan sus comportamientos: cuántos clics hicieron, cuántos reportes enviaron.
SMARTFENSE ofrece la funcionalidad de envío muestral, que permite enviar simulaciones solo a una parte del grupo total, seleccionada de forma aleatoria y representativa. El administrador solo debe elegir el porcentaje de usuarios que formarán parte de esa muestra. Así, es posible hacer pruebas controladas sin involucrar a todos los destinatarios.
Repetir estas pruebas varias veces con distintos grupos y momentos ayuda a confirmar si esos pequeños toques realmente cambian el comportamiento y mejoran la seguridad de forma constante.
Buenas prácticas para una medición efectiva
Para aprovechar al máximo estas evaluaciones, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones:
- Definir indicadores claros y relevantes: tasa de clics en enlaces sospechosos, cantidad de reportes, tiempo de reacción ante alertas.
- Recopilar datos de forma periódica, por ejemplo trimestralmente, para identificar patrones y variaciones.
- Ajustar y personalizar los nudges en función de los resultados para mejorar su impacto según el contexto particular.
- Combinar métricas cuantitativas con feedback cualitativo, como encuestas o entrevistas, para entender las motivaciones y barreras detrás del cambio.
Caso real 📌
Un estudio de la Universidad de Zúrich (2024) evaluó la efectividad de los nudges en campañas de simulación de phishing. Los resultados mostraron que, comparado con la formación tradicional, el uso de nudges —mensajes breves y contextuales en el momento clave— logró una reducción significativa en la cantidad de clics en enlaces sospechosos y aumentó los reportes de intentos maliciosos.
Fuente: Lain et al. (2024). Content, Nudges and Incentives: A Study on the Effectiveness and Perception of Embedded Phishing Training. ACM CCS 2024.
Un pequeño empujón. Un gran cambio.
Los nudges son una herramienta poderosa para mejorar la ciberseguridad mediante el cambio de comportamiento. Aunque medir su impacto no siempre es sencillo, existen métodos claros y prácticos que pueden ayudar a entender y optimizar su efectividad.
Si aún no consideras la medición, tal vez sea un buen momento para explorarla. Porque en ciberseguridad, cada pequeño empujón suma.
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