La salud cibernética: ¿Estás cuidando lo que importa?

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La salud cibernética: ¿Estás cuidando lo que importa?

Imagina que decides dejar de cuidar tu salud. Unos meses sin ejercicio, descuidando tu dieta, y de repente, un chequeo médico revela problemas serios. Este sentimiento de frustración y preocupación por haber ignorado señales de advertencia es algo que todos hemos experimentado en algún momento. Este mismo principio se aplica a la ciberseguridad. La falta de concienciación continua es como ignorar los chequeos médicos necesarios para prevenir problemas graves. La salud cibernética, al igual que nuestra salud física, requiere atención y cuidado diario. En un mundo digital en constante cambio, la salud cibernética de tu organización depende de un compromiso continuo con la concienciación y la formación.

La realidad de las amenazas cibernéticas

La ciberseguridad se enfrenta a un panorama de amenazas que evoluciona sin cesar. Según el Informe de Brechas de Datos 2024 de Verizon, 68% de las fugas involucraron el elemento humano, lo que resalta la vulnerabilidad de los empleados ante tácticas como el phishing. Este dato arroja un punto crucial: los ataques cibernéticos son cada vez más sofisticados y están diseñados para explotar la vulnerabilidad humana. Los ciberdelincuentes están frecuentemente perfeccionando sus tácticas, creando un ambiente de incertidumbre y miedo que solo un equipo bien preparado puede enfrentar. Si tus empleados no están preparados para reconocer las amenazas, tu organización está en riesgo.

Prácticamente todos los informes de la última década mencionan al phishing como la puerta de entrada de más del 90% de los ciberataques. ¿Por qué, entonces, el problema se mantiene o incluso crece año tras año? A pesar de las mejoras en las herramientas tecnológicas, los ciberdelincuentes dirigen sus esfuerzos a las personas, saltándose así las medidas como firewalls y sistemas de detección avanzados. Es como si a pesar de tener una casa con un sistema de seguridad avanzado, la puerta de entrada siempre esté abierta por descuido. Este riesgo existe, está sucediendo y es peligroso.

Costos crecientes del cibercrimen

El costo del cibercrimen está aumentando a un ritmo alarmante. Según un informe de Cybersecurity Ventures, se prevé que el costo global del cibercrimen alcance los 10.5 trillones de dólares anuales para 2025. Este incremento no solo afecta a grandes corporaciones; las pequeñas y medianas empresas (pymes) son particularmente vulnerables. Las pymes son el objetivo fácil para los ciberdelincuentes, quienes a menudo tienen menos recursos para defenderse. Un estudio de Microsoft revela que el 60% de las pymes que sufren un ataque cibernético cierran sus puertas en los seis meses posteriores. Una empresa afectada por ransomware no solo enfrenta costos de rescate, sino también pérdida de datos críticos, daño reputacional y tiempo de inactividad.

tarro de cristal con monedas del que nace una hoja

La efectividad de la concienciación continua

Los resultados de las empresas que han implementado estrategias de concienciación continua muestran que mantener estos esfuerzos en el tiempo permite fortalecer la postura de seguridad frente a riesgos críticos como la ingeniería social. Las simulaciones periódicas y el uso de herramientas adecuadas no solo minimizan costos administrativos, sino que también generan métricas consistentes para tomar decisiones informadas.

Consecuencias de la discontinuidad

Los riesgos de interrumpir un programa de concienciación son graves. Sin una formación regular, los empleados pueden volverse complacientes y menos atentos a las señales de advertencia. La plataforma de inteligencia de amenazas de Mandiant destaca que los atacantes están utilizando técnicas cada vez más complejas, como el phishing de tipo «business email compromise» (BEC), que explotan la confianza de los empleados para obtener acceso a información crítica.

Además, el informe de IBM sobre el costo de las brechas de datos revela que el tiempo promedio para identificar y contener una brecha es de 194 días. Este período prolongado permite a los atacantes operar sin ser detectados, aumentando el potencial de daño. Este retraso en la detección es similar a no notar una enfermedad hasta que ya es demasiado tarde. Esto significa que si un ataque no se detecta rápidamente, las consecuencias pueden ser devastadoras. Por ello, interrumpir un programa de concienciación no es una opción segura.

Cultura segura

Ir más allá de los cumplimientos normativos, generando una verdadera cultura de seguridad, es el siguiente paso para toda organización comprometida con su resiliencia. Una cultura segura fomenta la proactividad, como la capacidad de reportar incidentes y adaptarse rápidamente a nuevas amenazas. Este enfoque continuo y dinámico consolida la seguridad como un esfuerzo compartido en toda la organización.

Mantenimiento y actualización

Al igual que un chequeo médico regular, un programa de concienciación debe ser revisado y actualizado con frecuencia. La constante evolución de las amenazas cibernéticas significa que nuestra preparación debe ser igualmente dinámica y actualizada. Las amenazas evolucionan y, por lo tanto, la educación de los empleados debe adaptarse a estas nuevas realidades. La capa humana es la más atacada por los ciberdelincuentes, y debería ser la más fuerte.

¿Por qué actualizamos las soluciones tecnológicas de la organización? Porque el malware evoluciona, las técnicas de evasión mejoran, y se descubren nuevas vulnerabilidades. Así como no dejamos de hacer chequeos médicos para prevenir enfermedades, no podemos abandonar la formación en ciberseguridad. De la misma forma, los usuarios deben estar al tanto de todas las novedades sobre los peligros para detectar engaños y prevenir problemas de seguridad. Si después de un año de concienciación decides dar por finalizada la gestión, estás corriendo un riesgo significativo.

imagen de un tupper de comida saludable con fruta y verdura

Regulaciones y normativas

En la actualidad, múltiples normativas exigen concienciación a los usuarios de manera continua. Por ejemplo, la ISO/IEC 27001 y el GDPR requieren programas de formación regulares para proteger datos sensibles y garantizar el cumplimiento. Las regulaciones no son solo requisitos legales; son una manera de garantizar que las organizaciones tomen en serio la protección de datos y la seguridad. Una cultura de ciberseguridad bien implementada mejora la imagen del área de ciberseguridad dentro de la organización. Los empleados dejan de ver los controles como obstáculos y empiezan a reconocer el valor que la ciberseguridad aporta tanto a su vida laboral como personal.

Si luego de un período de concienciación las acciones cesan bruscamente, la imagen del área decaerá. Habrá personas que esperen una frecuencia en la comunicación, y con el tiempo se olvidarán de la ayuda que encontraron allí.

Ideas finales

Los riesgos existen porque los factores que los provocan están fuera de nuestro control directo y tienen cierta probabilidad de ocurrir. La mejor manera de enfrentar la incertidumbre es asegurarse de estar listo en todo momento. Actuar sobre uno de los riesgos más relevantes en la ciberseguridad, a través de un proceso continuo de formación y concienciación, es esencial en nuestra estrategia de seguridad. No basta con formar a los empleados por un tiempo limitado; la clave es mantener la atención y mitigación de riesgos a lo largo del tiempo. Si dejamos de concienciar después de uno, dos o tres años, los factores de riesgo seguirán presentes, y la probabilidad de que afecten a nuestra organización aumentará.

Dejar de lado la concientización en ciberseguridad es como dejar de cuidar de nuestra salud. Las amenazas cibernéticas son cada vez más sofisticadas, por lo que solo una formación sostenida puede garantizar la protección adecuada.

¿Todo listo para revisar tu programa de concientización y asegurarte de que tu equipo esté siempre preparado?

 

Lorena Lesmes

Security Awareness & Culture Strategist en SMARTFENSE. Con más de 15 años de experiencia en diversos sectores, acompaña a las empresas en la creación y gestión de programas de concientización. Certificada por SANS (SSAP), combina sus conocimientos en comunicación, marketing y diseño de contenidos para ayudar a las organizaciones a gestionar el riesgo humano, cumplir con normativas clave y fortalecer su cultura de seguridad.

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