Con la entrada en vigor de la Agencia Nacional de Ciberseguridad (ANCI), Chile inicia un nuevo ciclo de gobernanza digital. Esta entidad no solo regulará y fiscalizará, sino que marcará el estándar para cómo se gestionan los riesgos en organizaciones públicas y privadas. En abril de 2024, Chile dio un paso histórico con la promulgación de la Ley Marco de Ciberseguridad. Este hito no solo estructura un ecosistema de protección digital para el país, sino que redefine el rol que deben asumir las organizaciones públicas y privadas frente a las amenazas cibernéticas.
Entre las obligaciones centrales, destaca un eje que muchas veces se subestima: la gestión del riesgo humano. Y es aquí donde herramientas como SMARTFENSE cobran un valor estratégico.
La brecha no siempre es tecnológica, sino cultural
Muchas organizaciones invierten en tecnología sin lograr una baja real en los incidentes. La causa suele ser común: los usuarios no están entrenados para reconocer y responder a las amenazas.
La concienciación no es un “extra”, es un pilar
ANCI promoverá estándares y auditorías que exigen demostrar madurez en la gestión del riesgo humano. Esto incluye:
- Evidencias de capacitación periódica.
- Detección y seguimiento de usuarios más vulnerables.
- Simulaciones y ejercicios internos.
SMARTFENSE como aliado en este contexto
Sin ser una solución exclusivamente reactiva ni basada en cumplimiento formal, SMARTFENSE ofrece:
- Simulaciones realistas de phishing alineadas a los vectores más comunes.
- Entrenamiento continuo adaptado al comportamiento de los usuarios.
- Métricas para demostrar cumplimiento y mejorar la toma de decisiones.
La nueva era de la ciberseguridad en Chile
La Ley Marco establece directrices claras para:
- Proteger infraestructuras críticas.
- Establecer planes de gestión de riesgos.
- Reportar incidentes de forma oportuna.
- Cumplir con estándares mínimos de ciberseguridad definidos por la nueva Agencia Nacional de Ciberseguridad (ANCI).
Conclusión
El cumplimiento ya no se logra solo con firewalls y políticas escritas. La capacitación activa y medible de las personas ahora es parte de las exigencias. Y aquí entra en juego el concepto de defensa activa frente al riesgo humano. Cumplir con la Ley Marco no es solo un imperativo legal. Es una oportunidad para crear una cultura organizacional verdaderamente resiliente. La ciberseguridad hoy requiere acciones concretas, medibles y sostenibles. La defensa activa comienza por las personas.
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